Pocas cosas tienen menos sentido que ir a ver rock a un festival. Digamos que sólo se justifica ir si viene una banda internacional que te gusta mucho (como Bad Religión), o ponele que vivís en La Rioja o San Luis, y vas al Cosquín Rock para ver bandas, eso está bien (calculo que en está regla entrarían los de la costa).
Pepsi, además de cambiarle el nombre a Obras (que no tenía nada de malo), organiza un evento en el que tocan 154 bandas, la mayoría al mismo tiempo, mezclando al público de Smitten (bue…decir al público de Smitten, suena re exagerado, al privado de Smitten) con el de la Mancha de Rolando. Y mezclan al tipo ese que ocasionó tantas masacres en colegios y universidades norteamericanas con una sala de masajes y bungee jumping.
De más está decir que el público del Bue es más snob que el de Liniers. No importa que el año pasado hayan estado los Beastie Boys y Patti Smith, no jodamos…también estaba Diego Ro-K, Bobby Flores y Daft Punk, y eso no es un festival de música, eso es la Creamfields. Acá también entraría el Personal Fest, primero por el nombre, y segundo porque que traigan a Madness no justifica que toquen Dante y Emmanuel, Adicta, No lo soporto, y todas las bandas esas (excepto tal vez Kevin Johansen, que no me cae mal...lo cual es raro teniendo en cuenta a quién se parece). Y mejor no digo que, para mí, La Portuaria tiene unos cuantos temas buenos porque sino con qué cara salgo a la calle después :P.
Pd: Todos los críticos de rock que ahora consideran a Calamaro como el Mesías (o sea..todos :P)... ¿qué estaban haciendo a mediados de los '90? Digo...porque si La lengua popular es un "discazo"....Palabras más, palabras menos....vendría a ser el mejor disco en la historia del rock en español, no? :P
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
3 comentarios:
Hace casi diez años que la Rolling Stone le está lamiendo el culo a Calamaro inexplicablemente. Bueno, tiene una explicación: Calamaro es, para ellos, "el Bob Dylan argentino" (?), y ya sabemos lo que piensa la RS sobre Dylan: por ejemplo, que uno de sus últimos trabajos (Love and Theft) fue el mejor disco de... ¡¡2001!!
Y ni hablar del Suplemento Sí y otras revistas que se ve que encuentran en Calamaro (a quien, si me preguntan, no se le cae una idea desde Alta Suciedad) la conjunción entre lo popular y lo genial. Lo popular vaya y pase (queda a cargo también de la imposición de oferta y de los títulos de discos autodeclamatorios), pero al genio no lo veo por ningún lado...
Calamaro apesta salvo por "flaca", que es un temón así mal, y algún otro brillito más.
¿Vieron que en el fútbol están los cinco grandes, y un montón de otro equipos que dicen ser el sexto grande?
Bueno, en la música de acá pasa algo parecido. Están Spinetta y Charly, y un montón de de músicos más a los que se postula como "el tercer grande del rock nacional". Los más popus son Calamaro y Fito Páez, un poco más abajo están Cerati y alguno que otro más.
Es buenísimo.
Calamaro tocó en los abuelos de la nada cuando era más chico que nosotros, sacó discos solistas de la puta madre (Nadie sale vivo de aquí, en 1989, por ejemplo), y formó parte de una de las mejores bandas de rock en español que yo recuerde: Los Rodríguez.
Que de un tiempo a esta parte le hayan dado rachas, rimas fáciles y malas, hemorragías de canciones, y "situación de estupefacientes, rock, fútbol, sala de ensayo, 'chas gracias"...no quita que es el autor de un montón (un montón) de buenas canciones
además, y esto es otro punto muy importante a su favor, Andrés Calamaro no es el padre de Migue García.
Publicar un comentario